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constelaciones sistémicas

El que no conoce su historia, tiende a repetirla. Bert Hellinger

Dónde y cuándo

Mi Centro, Las Rozas (Madrid).

Sábado, en horario de 10.00h a 14.30h

Talleres 2023

21 de enero: Tema abierto.

25 de febrero: Tema abierto.  

18 de marzo: El dinero, la abundancia. 

15 de abril: Padres e hijos, relaciones difíciles.

20 de mayo: La pareja.

24 de junio: Tema abierto.

23 de septiembre: Tema abierto.

21 de octubre: Tema abierto.

Sala Yoguinara, Trujillo (Cáceres).

Sábado, 4 de noviembre de 2023, en horario de 10.00h a 21.00h

Taller de Constelaciones Sistémicas y Pianitación (meditación con piano en directo) al cierre. 

Qué es un taller de Constelaciones Sistémicas

 Un taller de Constelaciones Sistémicas es un taller de entrega y liberación, que permite descubrir y liberar lo que limita nuestro servicio a la vida y nuestra realización. 

 

Las Constelaciones Sistémicas, desarrolladas por Bert Hellinger, permiten conocer las lealtades con la historia familiar que cada uno de nosotros manifiesta de forma inconsciente a través de sentimientos, deseos, actitudes, conductas y síntomas físicos. Estas lealtades que son como hilos invisibles de amor se pueden transforman en fuerzas al servicio de la vida, al servicio de nuestro destino y del destino colectivo, dejando de ser limitación o malestar crónico en nuestra vida. 

Al igual que heredamos el color de ojos y la altura, también nos llegan como propios los dones, aptitudes, dificultades y enfermedades de nuestros antepasados. Todo lo resuelto y lo no resuelto nos llega como herencia genética, pues todas nuestras células tienen la información de nuestro sistema familiar biológico, independientemente de que les conozcamos o no, de que hayamos convivido con ellos o no, incluso aunque sepamos de su existencia o no.

Según Hellinger (Barcelona, 2007): "A veces tenemos la idea de que somos independientes y libres y de que somos capaces de decidir independientemente sobre nuestro destino. A través de este trabajo de las Constelaciones Familiares podemos ver cómo estamos intrincados en la vida de los demás, y de todo el mundo. Porque lo que ya no está vive dentro de nosotros. Los conocimientos que manejamos los hemos aprendido a través de su dolor; lo que ellos aprendieron y nos legaron, ya no tenemos que esforzarnos por conquistarlo: el precio ha sido pagado. Tenemos vagas ideas acerca del futuro, pero debemos reconocer que hubo algo antes que nosotros y habrá algo después. Había ya algo nuestro antes de que naciéramos, y habrá quedado algo nuestro cuando hayamos partido."

Cuando alguien ha vivido algo dramático o doloroso, un descendiente, de modo inconsciente, está vinculado con este sufrimiento por el "Campo morfogenético" de la familia con la intención de compensar de algún modo la desgracia. Para ello, el Campo repite la situación pasada una y otra vez, de modo que un descendiente tenga la fuerza adulta para darse cuenta y tenga lugar la reconciliación que antecede a la sanación. La persona que lo vive, lo hace desde una fidelidad ciega e infantil a ese antepasado al que prometió imitar desde su infancia. Esta promesa de imitación, probablemente desde su concepción, le va a llevar a ser tan desgraciada o tan agresiva como él, o actuar por el expiando o vengando su vida.

Todos los excluidos, víctimas, olvidados o eliminados serán representados por descendientes que vivirán lo mismo que vivieron los olvidados del sistema. Las adicciones suelen estar sostenidas por fidelidades a hombres del sistema familiar que han sido despreciados por mujeres. Cuando ha habido crímenes no asumidos, esta energía del crimen será vivida por varias generaciones posteriores a través de fracasos, accidentes, enfermedades, suicidios o nuevos crímenes.  

Esta energía seguirá presente hasta que la persona, por su crecimiento, sea capaz de renunciar a lo que no le pertenece y, en especial, a la promesa que hizo en su infancia de forma inconsciente.

Dos formas de participar

Hay dos formas de participar en un taller de constelaciones, representando y constelando:

Los representantes son todas las personas que asisten al taller y participan en las constelaciones de las demás personas que sí han acudido a tratar un tema personal. Quien acude a un taller como representante no realiza su constelación, pero al observar o representar en las constelaciones de otros obtiene sanación. Como más se obtiene es dando y ser representante es un gran regalo para uno mismo y para el propio sistema. 

Las personas que constelan tratan un tema personal en el momento indicado, y a su vez participan como representantes en las constelaciones de otros.

Desarrollo de un Taller de Constelaciones

Existen varias maneras de constelar, puesto que cada constelador lo hace en conexión tiene su propio recorrido. Sin embargo hay ciertas reglas que no se deben transgredir y el respeto y el asentimiento profundo al sistema familiar del cliente incluyendo todo lo que ha sido, es la primera.

La persona que quiere constelar dice muy centrada, en un máximo de tres frases, el tema que quiere trabajar. Es posible que la consteladora haga alguna pregunta sobre su familia, algo descriptivo. Es muy importante para la eficacia de la constelación que el tema escogido sea esencial, en el momento presente, para la persona.

El terapeuta elige entonces uno o dos representantes, según lo sienta con su guía.

En el grupo de asistentes, varias personas van a ser tomadas por el campo al servicio de la constelación. Seguirán el dictado de su cuerpo. Sin emoción ni intención. En completo silencio.

 

Los representantes se recogen internamente, como para estar totalmente relajados y a partir de ese momento sólo escuchan sus sensaciones. En alguna ocasión, cuando su guía así se lo indique, podrán decir lo que están sintiendo sin ninguna emoción, de un modo neutro, se verá entonces el efecto de esa información sobre los demás representantes. La dinámica interna de la familia surge, en el silencio, a través de los desplazamientos, posturas y sensaciones de los representantes. De vez en cuando surge una frase, indicada por la consteladora, que sólamente el cliente puede repetir. Una frase que modifica el campo.

La terapeuta dirige la evolución de la constelación familiar restaurando paso a paso la conexión con el presente, hasta conseguir liberar la energía bloqueada del tema propuesto por la persona.

Esa liberación permite cambios muy profundos y sutiles, a veces espectaculares, a veces inmediatos. Al cabo de varios meses se podrá apreciar una transformación profunda en la vida de la persona y sus familiares. Sienten más fuerza y más paz, sienten que por fin pueden empezar a dirigir su propia vida, beneficiándose de la riqueza, el apoyo y el amor de las generaciones anteriores.

Es muy sanador ser representante u observador, ya que en esa terapia el trabajo se hace a distancia, por resonancia, sin reflexionar y sin hablar. Es muy recomendable participar en varios talleres sin hacer su propia constelación, bien para prepararse, bien para reforzar su propio cambio. Los cambios duraderos son frutos de tomas de conciencia globales, "holísticas", psicosomáticas, no de decisiones racionales.

Es un trabajo de una gran sencillez y sinceridad, muy conmovedor, sin teatralización de los sentimientos. Y su eficacia es sorprendente cuando la persona está dispuesta a cambiar. 

La duración de una constelación es muy variable, desde quince minutos a una hora.

Qué hacer después de constelar

Las Constelaciones actúan, cuando uno las deja exactamente de la manera en que las vio. Es una imagen espacial y atemporal, de las profundidades y tiene su fuerza cuando uno lo deja tal cual. Cualquier discusión sobre su contenido destruye la imagen. Decimos que es como "picotear el alma", que es donde descansa la imagen creada. 

Del mismo modo se ha de respetar el momento de otro, después de constelar. Cuando alguien del grupo se acerca a preguntar: ¿cómo te sientes?, ¿qué harás ahora? Es una invasión en el alma de otra persona. No tenemos el derecho de hacerlo. Tampoco es útil intentar consolarlo. La persona es fuerte. Quien intenta consolar, es débil. Este es en realidad quien no soporta el dolor del otro. Porque en el fondo no quiere consolar al otro, sino que utiliza al otro para consolarse a si mismo.

No se debe interferir. Y eso es válido para todo el trabajo con constelaciones.

La persona que ha constelado tampoco debe actuar de forma inmediata. La imagen tiene que descansar en su alma. A veces durante mucho tiempo, quizás medio año o más. Y uno no hace nada para cambiar. Las imágenes ya actúan, simplemente estando. Y al cabo de un tiempo en el alma se reúne la fuerza necesaria para hacer lo correcto. Para actuar. Aquello que es correcto y bueno será diferente de lo que uno ahora acaba de ver. El alma de la persona sabe mucho más todavía y al final uno sigue a su propia alma y así tiene la plena fuerza.

Por tanto no sigue ni al terapeuta ni tampoco a esta imagen. Uno sigue a su propia alma. La imagen creada en la constelación ha impulsado algo en su alma que posteriormente hace posible el actuar. Así se han de tratar estas imágenes.

En propias palabras de Hellinger: "Hoy en día, las Constelaciones Familiares tal y como las he desarrollado y tal y como siguen evolucionando, se organizan en la comprensión del funcionamiento organizado pero inconsciente del amor. Trabajar sobre nuestras Constelaciones Familiares nos permite encontrar progresivamente el origen de nuestras perturbaciones a través de las sensaciones, emociones y actitudes. Los secretos, los vínculos ocultos, las leyes y sus trasgresiones que rigen nuestra dinámica familiar aparecen de pronto, permitiéndonos así “limpiarlos” de un modo simbólico con palabras o gestos.

Podemos encontrar entonces las soluciones que autorizan a cada uno de nosotros a deshacerse de la influencia perturbadora de nuestra herencia familiar, a la vez que nos reconcilia con el alma de nuestra familia.

Aún cuando en un primer momento las Constelaciones Sistémicas se utilizan como herramienta de terapia psicológica, muestran ser esenciales en otros muchos campos al permitirnos desenredar los nudos de los vínculos inconscientes y equilibrar nuestras vidas personales, familiares y profesionales.

Las Constelaciones Sistémicas no son una técnica sino un arte, arte de sentir las percepciones más sutiles, como las del “movimiento del alma”. Gracias a ello, nos transformamos en el hacedor de nuestra libertad frente a nuestro propio destino, nuestra propia realización y nuestra propia muerte."

 

Cuántas veces puedo constelar

Después de hacer una constelación o asistir a un taller sobre un tema concreto uno espera unas semanas. Se debe dejar que los procesos se pongan en marcha, a un nivel muy profundo y muy sutil, de modo que la persona se de cuenta que se le están abriendo nueva puertas interiores y exteriores.

Cuanto más profundo es el cambio, más tiempo cuesta ver el resultado. Durante los dos días posteriores a su constelación descanse, mímese, proteja su intimidad, su silencio, rodéese de apoyo y comprensión.

En los diez días que siguen una constelación no es deseable una psicoterapia, pero sí cualquier tipo de terapia manual o energética.

Resultados tras una Constelación

Es muy posible que sientas una nueva energía muy rápidamente, pero las transformaciones profundas requieren su tiempo. Comienza a observar pequeños cambios en tu comportamiento, sensaciones internas y actitudes de tu entorno, La paciencia y la confianza permitirán que el proceso iniciado en su alma con la constelación tenga repercusiones físicas en su vida. Sentirás una nueva energía que te impulsa a la acción, permitiendo nuevas decisiones en conexión con más paz interna y una mayor realización.

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